IT WAS JUST TO GOOD TO BE TRUE

Recuerdo los momentos de los que recién he decidido despertar y me doy cuenta que solo a través de una narrativa mágica como la de GABO, (el maestro GABO), o con una amorosa rima propia de Sabines podría intentar describir lo sucedido en esta semana, pero a falta de una y otra plagiaré tan solo los adjetivos: días de magia y amor.

A partir de hoy empezaré a relatar lo acontecido desde el primer día del mes, no tengo prisa, y espero que ustedes tampoco.

La línea del tiempo la tengo un poco perdida, prometo no dar demasiados brincos, yo se que esta foto y la canción distan mucho de ser el principio de la historia, pero decidí iniciar con la bajada mas grande de la montaña rusa. No había opción, para empezar a relatar necesitaba la fuerza de un amanecer trasnochado, el desparpajo infinito de Molly y Desiree, la cruda felicidad de los mejores y mas enamorados amigos: los Guichos, el eterno y cariñoso beso del mar caribe después de una noche de romance con sus playas, la presencia de Nuri, la alegría de Lalo y aun lo imponente de tu ausencia, que sin importarle que la borrasca ya hubiera dejado paso a una brisa que bailaba con los reflejos y diluía la penumbra, seguía llenando mi sonrisa, mi corazón y pensamientos.

Todo comenzó hace siete años, historias de Caballerosidad y hundimientos, pero mas inmediatamente el martes primero de Agosto cuando Luis emprendió el viaje sin retorno (tenía boleto sencillo) para llegar a su boda. De lo acontecido durante esa semana ya me tomaré el tiempo de platicarlo. Basta por el momento decir como prologo bien aderezado que tenemos una historia llena de viajantes, refugiados, Lukene, Brenda, Fritzia, desertores, Jose, Ceci, Alejandros, acuosas y matutinas borracheras, rayos y monseñores, españoles y españolas, el tio casi primo Carlos y familia, Macarena, Asun, Elena; amores tan espontaneos y perenes que se recordarán siempre, María, Rocío, Paola, sonrisas maquilladas (plagio) y crudas, promesas e ilusiones, Maria Elisa, Mimi, Andrés, destemplados acordes y Tangos perfectos, amores mas suspiros, Ximena + Franz, Fernando + Fernanda, Erika + Arian, , champaña y mas champaña, Margarita, esta linda la mar, los trajes de baño mas caros que he visto, Alejandro y Carmen, Karen y Carlos y Luis, acrílicos, canciones que traen y crecen historias… todo fue demasiado bueno para ser cierto, y sin embargo aconteció.

Mi guayabera y el traje de Lino están arruinados, inmortalizados para que no se escuche tan feo, así que no se que me voy a poner el fin de semana para la nueva boda que me espera, no se con quien voy a bailar pues no te pedí que me acompañaras, (checas la indirecta, además te queda un poco lejos, es en Ixtapan de la Sal).

Durante toda la fiesta el mar “flirteo” con nosotros, el escenario era regio (sic Mimi), así que llegado el amanecer nos fuimos todos al muelle que ya había servido como lounge, mirador, remanso de enamorados y confidente de besos (me cuentan). Con la “L” de la victoria, Luis + Luisa = L2, nos tomamos esta foto, quedaba champaña en la botella y había que hacer de la fiesta una celebración completa, mi primera idea fue romperla en la cabeza del novio al mas puro estilo de bautizo marinero, pero ya reflexionándola me pareció un poco excesiva, así que no quedaba mas que agitarla y permitir que el burbujeante líquido los bañara de pies a cabeza, suegro y todo de por medio, los malandrines correspondieron poniéndome la helada cubeta donde lo tenían enfriando por sombrero. Ya empapados nuevamente decidimos que el mar era una tibia y acogedora opción. Creo que yo fui el primero pero segundos después los novios estaban a mi lado, varios cuates no pensaban siquiera en quedarse atrás e inmediatamente inauguraron el trampolín, y aquí quiero hacer un reconocimiento, a todas aquellas guapísimas que no les importó el vestido de gala e igual se arrojaron al mar… son totalmente… adorables….besos a María (sorry Pepe), Margarita, Nuri, Molly, Desiree, Naos, Lukene y por supuesto Karen y Carmen, las consuegras mas alegres del mundo. Creo que puedo decir que habíamos varios borrachos, pero de alegría, el estar en el agua no tenía nada que ver con el alcohol, sino con pintar un final extraordinario.

Sin lugar a dudas la mejor semana de mi vida, de la nueva y de la vieja también, te encontré y te mire marchar, o tal vez solo lo sueñe cada vez que te recuerdo, a destiempo y por ilusión comí chocolate Milka, baile, baile y baile, grite y cante y nuevamente empece a bailar. No puedo apartar los ojos de la foto, se que no estás ahí pero quiero tocarte, le doy gracias a Dios por haber re-vivido y planeo seguirlo haciendo mientras existan en el mundo amigos como de los que me fui despidiendo a partir del domingo.