martes, noviembre 27, 2007

Sunscreen


No hubieras podido dar un paso mas sin voltear al cielo, sonreír y buscar al artista que pintaba en la arena con tonos pastel. Curioso el sol se dejó encontrar, y bajó su intensidad para evitar que desviaras la mirada, días antes le había platicado de tus ojos, lo llenos de ternura que siempre los encontraba, lo profundo y soñadores que eran, y le confesé lo mucho que me gustaba espiarlos desde lo alto

El sol se estremeció al sentir uno de sus rayos reflejarse entre el final de tu cornea y la entrada a tu alma, no quería herirte, no era esa su intención, pensó en deslumbrarte, pero le advertí que no era conveniente. El viento contuvo el aliento y yo le acompañe en su pausa, y en una fracción de segundo la vimos nacer, surgir tibia y cristalina, y a pesar de que debía, por su naturaleza, ser amarga, jamás dude que en tí fuera dulce; así broto una lágrima…

Mi cómplice se retiro en un atardecer de antología, no quería ser inoportuno, pero a manera de despedida dejo una caricia en tu mejilla. Te extraño sentir el calor de la retirada, al fin y al cabo, como todos los días, tenías tu capa de bronceador. Fue entonces cuando la ironía de la situación te arrastro a una carcajada, siempre supiste que aquello que la ciencia investigaba no valía la tinta con la que un enamorado escribe un “te quiero”, toda la vida creíste que el mejor consejo para ser feliz era repetir los ingenuos y candidos errores, en fin, entregar el corazón en el entendido de que habría quien lo robara sin la intención de devolverlo, pero ansiabas correr el riesgo, habías sido capaz de regalar tu paleta para pintar arco iris en lienzos ajenos, buscando solo la recompensa nimia de saber coloreada la vida de quien te rodeaba.

Fue aquella mañosa lágrima la culpable de correr tu capa protectora, y tu risa conjuró a la primera estrella, aquella a la que los antiguos dedicaban una oración, la estrella que como tantas cosas en este universo no era mas que un engaño, Venus, mujer perfecta al fin y al cabo, un planeta disfrazado de cuerpo luminoso. Pero eso no te iba a detener, si a la marioneta en la historia de Collodi le había funcionado tu estabas segura de refrendar el éxito, y pediste tu deseo…

La brisa me arrancó tu lágrima, y la repartió entre el viento, las olas y las nubes, y aunque les supliqué me revelaran el secreto no hicieron mas que mirarme con ternura, una ternura que yo había contemplado antes, que había atesorado lo suficiente para saber que aunque no conociera tus mas recónditos anhelos, entendía lo suficiente, sabía que buscabas propagar tu sonrisa en una gran fiesta, llenar con ella corazones, copas y brindar alegremente, querías multiplicar una felicidad que ya te colmaba, solamente para desparramarla a tu paso.

No me queda mas remedio que renunciar a mi papel de Genio, no hay forma de externamente concederte tu deseo, solo me resta querer tomar tu mano y acompañarte en tu aventura, en tu cruzada, no se si logre equipararme a la tarea, pero, por Dios, como voy a luchar para intentarlo, al fin y al cabo, solo hay dos cosas seguras en esta vida, y a la postrera, no encuentro mejor manera de llegar que sonriendo y a tu lado.

2 comentarios:

Unknown dijo...

oigame que buen blog tiene usted, muerto viviente, magnifico, pululan mis admiraciones por ese estilo. En fin, mientras mataba el tiempo leyendolo vi una foto donde sale un conocido, que si bien puede ser el suyo tambien. Lo que me lleva a preguntarle a usted, hombre del Leon en la maleta, y el famoso trato a esas azafatas (que Dios sepa, si son como las describe) que si por mi fuera ni certificado SEP tendiran, conoce usted al mismismo Diputab... Diputado del PAN Agustin Castilla aclamado y muy querido navengante de los mares de un lugar llamado Cuvée? ¿Si lo dicho es verdad, seria, si ud. HHH Pdte. de Nostros A.C. lo desea, conocerlo pues pocos blogs me han hecho pasar tan buenos ratos

Anónimo dijo...

ESPERAMOS LEER MAS ;,,, nos tienes muy abandonados...
saludos
cuando vienes?