ALEMANIA 2006

De ninguna manera me considero ajeno a la fiebre y sueño mundialista que invade a todos los mexicanos (a partir de que le ganamos a Iran por supuesto), pero yo al contrario de TV Azteca, no voy a culpar del pequeño desfase de dos semanas (conocido en el argot de la comunicación como Delay), a la saturación de los satélites y equipos de transmisión, la neta yo creo que a Jose Ramón se le olvidó pagar algunos abonos de las cámaras y monitores que compró en Electra y los gorilas cobradores de Mr. Salinas no perdieron oportunidad de embargar una que otra unidad móvil, (si pueden dejar a Fitelson y a Menoti en deposito permanente se los vamos a agradecer).

La página oficial del mundial describe la ceremonia de inauguración como un festín a los ojos y al oído, yo creo que me equivoque de canal pues lo que yo vi fue una ceremonia totalmente Wagneriana, aburrida hasta el último segundo. Primero entraron todos los jugadores que alguna vez han ganado la copa del mundo y que todavía viven, pueden caminar, o el Alzhaimer no los mantiene perdidos en alguna calle de Munich.

Yo creo que al director del programa se le olvidó que tenía que montar algún show, además de hacerle el caldo gordo al FIFA WORLD CUP 64 de XBOX, y de último minuto le pidió prestados a Pepsi sus futi-bailarines Bávaros (ahhh Bavaros!!!), esos que salen jugando en su lederhosen (traje típico de terciopelo verde, tirantitos, sombrerito con pluma y pantalones a las rodillas, pa’ los neofitos del folklor europeo), y que cantan el “DA, DA, DA, DA” mientras le aplican sombreritos a Roberto Carlos, Zidane, Rafa Marques y le anotan a Ronaldinho que andaba distraído con los encantos Te-u-Tones. De pronto salieron unas monitas suspendidas de lo alto del estadio y cuando todos esperábamos que nos explicaran quienes eran, que representaban o que empezaran con difíciles maromas para terminar formando un leoncito o un balón, literalmente las dejaron colgadas, ¿se habrán acordado de bajarlas al día siguiente o pasaron a ser parte de la colección permanente del estadio?. La verdad es que a Mr. Stuckl, director de la ceremonia y de varias obras germanas, de quien me dicen su obra mas famosa es Oberammergau Passion Play, representación de la pasión de Cristo versión performance ultra ario (ya le hablé a mi cuate el Atila, que anda en tierras germanas para que lo invite a Iztapalapa en semana santa y se de un “reality check”), no lo culpo, con que al pobre lo hayan puesto a escuchar el tema del mundial dos o tres veces corridas para ver que se le ocurría hasta nos dio demás.

El partido que acompañó a la ceremonia fue otra cosa. Los alemanes salieron con un solo objetivo, eliminar a los Costarricenses de cualquier manera. Los Ticos pelearon admirablemente, jugaron sin complejos, sin miedos, arriesgando todo y dando francamente un partidazo, pero no hay nada que hacer cuando un mendigo güero de uno noventa le mete el zapato al balón desde la mitad de la cancha y lo pone en esos cinco centímetros de la esquina de la portería después de curvear precioso. Mensaje a JoseRa y a sus compinches comentaristas, ¿Por qué no pueden apreciar nada?, el portero mal parado, bien parado o multiplicado por cuatro no hubiera podido hacer nada, no es pecado estar de acuerdo con Orvañanos y el perro Bermudez en que fue un gol de antología, disfruten la vida señores, si quieren les mando un Wokka!!!!.

Del primer tiempo del partido de México contra Irán, que terminó con un gran resultado para los Mexicanos solo tengo algo que decir: que buena estuvo la boda del sábado. El segundo tiempo ya fue distinto, yo no se si en el vestidor les quitaron las tachuelas de los calcetines o les avisaron que no habría represalias en caso de ganarle a Irán o les contaron los últimos desfiguros del señor Lopez (gracias L. por la representación gráfica…), el caso es que se la rifaron “macizo”.

En estos momentos nos estamos preparando para ver el partido México contra Angola, tengo mucho miedo, todo mundo nos marca como favoritos, todo mundo ya prepara la celebración, todo mundo ya lanzó las campanas al vuelo, y nuestra selección tiene la costumbre de esperar el mejor momento para hacer el ridículo y recordarnos que soñar no cuesta nada, el despertar es el que nos da una jaqueca terrible…. Ya les contaré como vimos el partido en la oficina.